Antes de la cata

Catar supone mucho más que utilizar el paladar. En el proceso de cata intervienen todos los sentidos. Todos son necesarios para aprender y valorar las características del zumo de la aceituna. Es un ritual que necesita el entorno adecuado. Y no solo el entorno físico y la temperatura. También se requiere tranquilidad y ausencia de distracciones, para dejar que los sentidos se concentren en producto, en su color, aroma y sabor. 

Para conseguir el entorno perfecto hay que evitar el uso de perfumes fuertes o ambientadores, así como el humo del tabaco. Los expertos suelen recomendar pan o manzanas verdes para limpiar las papilas gustativa entre catas.